19. La barbotina de arcilla

Antes de dar el revoco sobre las paredes de paja hay que prepararlas con la capa de barbotina, o arcilla líquida, que hace de capa intermedia entre la paja y el revoco para que éste tire bien.

Como en las maderas la arcilla no se agarra bien, todos los montantes de madera los tienen que proteger con bandas de tela de yute tupida y sobre ésta ponen otra más grande y de menos densidad (menos tupida) para que la barbotina pase por ella y se pegue a la paja haciendo como una especie de puente sobre las maderas.

La barbotina hecha con arcilla, agua y un poco de cal la proyectan con cierta presión para que entre bien en la paja y cree una capa continua de arcilla. Tiene que estar bastante líquida y batida para no tener grumos que obturen la manguera. El calderín que tenían era muy pequeño por lo que había que rellenarlo constantemente. Dani llegaba a casa con barro hasta en los oídos pese a ponerse como si fuera de la nasa. Y siempre con una sonrisa, así da gusto.

Después colocaron los perfiles de zinc que limitan el revoco por abajo y, a su vez, hace de goterón, por toda la línea inferior de los muros así como también por encima de las ventanas y puertas. Y por último, rellenan a mano los huecos que hay entre la paja con masa hecha de arcilla, paja y agua de manera que todos los muros queden lo más uniformes y planos, listos para dar las capas de revoco.

Y por la parte interior de los muros de paja harán el mismo proceso.

Ahora la casa parece de chocolate. Y sigue llena de pajaritos, si en verano venían a por el grano que pillaban en la paja, ahora vienen a refugiarse del frío. Como nos hemos metido en el invierno de lleno con heladas de -7° diarios, el revoco exterior tendrá que esperar a que se suavicen las temperarturas, por lo que estando ya la paja protegida, se meten para dentro, como los pájaros.